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Hipnoterapia Alquímica Testimonio de Lucía

Volver a vivir mi nacimiento y las horas posteriores con semejante claridad era algo que jamás se me había pasado por la cabeza…hasta que conocí la hipnoterapia alquímica. Sabes que físicamente estás tumbada en un sofá, pero de alguna manera también estas naciendo…un viaje al pasado para encontrar el motivo de mi mal humor por la mañana. Llevaba tiempo trabajando sobre este aspecto desagradable de mi personalidad con un gran esfuerzo y sin muchos resultados hasta que alguien me habló de Pilar.¿ Hipnoterapia?? Ni loca! A saber que efectos secundarios tiene…esa fue mi primera reacción. Después de hablar con ella por teléfono y luego personalmente, me quedó bastante claro que era “seguro”, la clave: estás conciente en todo momento. Y así, buscando el origen de ese mal humor mañanero, volví al momento de mi nacimiento y descubrí que había sufrido muchísimo cuando me pusieron en una especie de incubadora con una luz fuertísima (que me obligaba a cerrar los ojos con fuerza) para corregir mis niveles de bilirrubina, ya que había nacido con ictericia. Lo de la ictericia yo lo sabía, lo de la caja también. Lo que nunca me habían dicho en casa es que había sido una experiencia traumática, para mí y para mi madre, la cual contaba la historia como unas vacaciones bajo los rayos uva…
He trabajado con esta terapia desde mi mal humor por la mañana, hasta bloqueos más profundos con los que no bastan su reconocimiento y aceptación para corregirlos; a veces, por más esfuerzo que hagamos para cambiar ciertos hábitos, no logramos ni el 10% de lo que pretendemos, incluso casi puede ser contraproducente esta “lucha”. Desde mi experiencia, lo maravilloso de este trabajo es que no sólo se llega al origen del problema o actitud/hábito que nos impide desarrollarnos o simplemente seguir adelante, sino que se trabaja sobre él, se "re-vive" integrando la situación con herramientas que no tuvimos en su momento...se produce así un reacomodamiento o reestructuración de las emociones donde la sensación que queda impresa en lo más profundo de nuestro ser es la perfección...la certeza de que "todo está donde tiene que estar" y de que todo pasa y nos pasa por alguna razón...y no está ni mal ni bien, simplemente es. Y esto que suena un poco… filosófico o metafórico es bien real y palpable, los resultados no se hacen esperar y la "mejoría" se nota prácticamente al momento; hecho que diferencia esta terapia de otras más tradicionales en las que son necesarias innumerables sesiones de trabajo sólo para llegar al origen de nuestro problema.

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